La madera en sí misma es un material noble, un tejido que por su cualidad y características otorgan de gran calidez en aquellos espacios que crean. Ya se están planteando verdaderas innovaciones sobre el tratamiento e incorporación de sistemas arquitectónicos totalmente revolucionarios. La madera en sí frente a otros materiales como son el hormigón armado y el acero, presenta en su periodo de fabricación un bajo coste energético, y fluyen en ella un triple sentido: estructural, aislante y estable frente al fuego (cuando surge un incendio la propia madera crea una capa carbonizada que la protege). Las balas de paja que surgen como desecho de cultivos como son del trigo, del arroz, de la cebada, pueden convertirse en un material idóneo y aplicable como aislamiento y material constructivo.
La técnica Greb fue importada de Canadá a finales de los años 90. Consiste en construir una doble estructura de listones de madera por el que se soporta todo el peso de la casa, formando un pasillo en el que se introducen balas enteras de paja. Finalmente como acabado exterior se aplica una capa de mortero hecha con una parte de cemento, una de cal, tres de arena y cuatro de serrín.
Con este sistema se consigue abaratar costes, obtener viviendas mucho más aislantes, eficientes y confortables que una vivienda tradicional, dando pié por su sencillez en ejecución a la sustitución de la mano de obra especializada por la auto-construida. Rondando sin ir más lejos los 20000€ el precio por el que se podría obtener una vivienda de 100m2 frente los 80000€ que costaría una fabricada por métodos tradicionales.
Es una alternativa más que viable frente a los sistemas de obra acostumbrados. Economía, sostenibilidad y gran calidez espacial se unen para generar una gran propuesta sustentable obteniendo verdaderas joyas con una calidad arquitectónica evidente.
En la web de http://www.arquitectura-y-paja.org/ podéis obtener más información.
