La energía como material de proyecto
Los procesos
que acarrea la arquitectura de hoy día soslayan más de lo que era la pura
geometría como condicionante fundamental de creación propia del siglo XX. Tanto
la energía como el entorno medio ambiental se convierten en herramientas
constituyentes de proyecto, un material más de adecuación integradora. De ahí
la importancia en el estudio de esas formas que se consolidaron como
tradicionales, fruto de una dura labor cultural arraigada en lo empírico, que
hicieron surgir sociedades y civilizaciones triunfantes bajo unas condiciones
climáticas realmente duras.
La masa, la inercia térmica como concepto de
proyecto. Capadocia
Capadocia
es una región de Turquía con unas características peculiares que la hacen única
en todo el mundo. La composición geológica del terreno es calcárea y, sus
cualidades de dureza blanda permitieron esa generación tan peculiar de
arquitecturas y galerías cavadas en su interior. Dada la gran inercia térmica natural
de las montañas, la existencia de pozos y acuíferos lograron el desarrollo de
grandes ciudades bajo tierra del antiguo Imperio bizantino, como la ciudad de Kaymaklı.
El viento, aprovechando su fortaleza. Captadores de
viento
La tradición
arquitectónica iraní ideó un sistema captador de viento formado por una serie
de torres que permitían y permiten la ventilación natural y la refrigeración a
favor de un aumento del confort.
Se reutilizan
los qanats (canales subterráneos para
el transporte de agua) para la disminución de temperatura por evaporación y
ósmosis de esas grandes masas de aire caliente procedentes del exterior
desértico, comunicados por pozos de acceso vertical que actúan como entrada de aire.
Esas masas de aire ya refrigeradas circulan finalmente ya en las dependencias a
tratar, gracias a las depresiones y sobrepresiones que ejercen esos grades
captadores orientados según los vientos dominantes del lugar. Este tipo de
arquitectura milenaria viene como herencia de aquella antigua cultura persa.
Utilización del agua como origen perpetuo
Los jardines
colgantes de Babilonia, al sur de Bagdad, fue considerada por los antiguos
griegos en tiempos de Alejandro Magno como una de las siete maravillas del
mundo antiguo. El arte de la cultura del agua y su dominio tuvieron un gran
significado para esta civilización de la antigua Mesopotamia. Consiguieron
mediante técnicas que aún nos son desconocidas la elevación de agua a unas
grandes alturas y, con ello y por efecto de la evapotranspiración y microclimas
artificiales, lograron mitigar las elevadas temperaturas que en esas latitudes el
sol irradia.
La climatología y la orografía como legado en el
presente de actuación
Toda la
herencia constructivo-tectónica que la historia nos permite, nos vislumbra el tortuoso
camino ante la incertidumbre energética. La bondad del clima, de la natura, de
la orientación, los vientos dominantes, la geotermia,… se convierten en una
herramienta más integradora de ese confluir arquitectónico actual.
Se trata, en
definitiva, de la experiencia
climatológica como factor clave del buen saber.